Ya sabes que hay bancos y cajas morosas que venden viviendas, locales comerciales y oficinas con cargas, es decir, con deudas pendientes, sobre todo las cuotas de las Comunidades de Propietarios.
Pues de nuevo estos bancos y cajas morosas, son quienes también venden inmuebles en Castilla y León sin certificado energético o sin registrarlo o sin pagar la tasa autonómica.
Como hay algunos Notarios que admiten la compra-venta de viviendas, locales comerciales y oficinas con cargas, consideran que el certificado energético es una carga más, y ponen en las escrituras que “la parte compradora se exonera de reclamar a la parte vendedora el certificado energético”. Estas escrituras han llegado a algunos Registros de la Propiedad y se han aceptado.
Según el diccionario de la Real Academia Española, exonerar, significa “aliviar, descargar de peso u obligación”.
Hay centenares de escrituras de compra-venta de viviendas, locales y oficinas en los Registros de la Propiedad de Castilla y León que no tienen el certificado energético o el certificado energético no se ha registrado o no se ha pagado la tasa autonómica.
En Castilla y León es obligatorio pagar una tasa autonómica para registrar el certificado energético y así obtener su correspondiente etiqueta energética desde el día 1 de enero de 2014.
La normativa estatal y autonómica obliga a vender una vivienda, local comercial u oficina con su correspondiente certificado energético registrado. No basta sólo con tener el certificado energético.
Las multas por vender una vivienda, local comercial u oficina sin el certificado energético, o sin haberlo registrado ni pagado la tasa autonómica, van desde 300 euros hasta 6.000 euros.
Estas infracciones que comenten ciertos bancos y cajas son conocidísimas y están dando pié a que cualquier persona haga lo mismo que los morosos.
Ni la Junta de Castilla y León ni el Gobierno de España, reaccionan. Parece que no les importe cobrar las tasas, ni el iva de los certificados, ni la rehabilitación energética, ni generar empleo, ni recaudar el irpf, ni que se cumplan las leyes, ni las directivas europeas.
Quizás sea parte de la labor social del espíritu financiero.
Pues de nuevo estos bancos y cajas morosas, son quienes también venden inmuebles en Castilla y León sin certificado energético o sin registrarlo o sin pagar la tasa autonómica.
Como hay algunos Notarios que admiten la compra-venta de viviendas, locales comerciales y oficinas con cargas, consideran que el certificado energético es una carga más, y ponen en las escrituras que “la parte compradora se exonera de reclamar a la parte vendedora el certificado energético”. Estas escrituras han llegado a algunos Registros de la Propiedad y se han aceptado.
Según el diccionario de la Real Academia Española, exonerar, significa “aliviar, descargar de peso u obligación”.
Hay centenares de escrituras de compra-venta de viviendas, locales y oficinas en los Registros de la Propiedad de Castilla y León que no tienen el certificado energético o el certificado energético no se ha registrado o no se ha pagado la tasa autonómica.
En Castilla y León es obligatorio pagar una tasa autonómica para registrar el certificado energético y así obtener su correspondiente etiqueta energética desde el día 1 de enero de 2014.
La normativa estatal y autonómica obliga a vender una vivienda, local comercial u oficina con su correspondiente certificado energético registrado. No basta sólo con tener el certificado energético.
Las multas por vender una vivienda, local comercial u oficina sin el certificado energético, o sin haberlo registrado ni pagado la tasa autonómica, van desde 300 euros hasta 6.000 euros.
Estas infracciones que comenten ciertos bancos y cajas son conocidísimas y están dando pié a que cualquier persona haga lo mismo que los morosos.
Ni la Junta de Castilla y León ni el Gobierno de España, reaccionan. Parece que no les importe cobrar las tasas, ni el iva de los certificados, ni la rehabilitación energética, ni generar empleo, ni recaudar el irpf, ni que se cumplan las leyes, ni las directivas europeas.
Quizás sea parte de la labor social del espíritu financiero.
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